El otoño pasado Oscar Muñoz por fin regresó al hogar después de pasar ocho meses en un hospital y también en un centro de rehabilitación donde recuperó sus fuerzas luego de batallar con complicaciones por causa del COVID-19.
El otoño pasado Oscar Muñoz por fin regresó al hogar después de pasar ocho meses en un hospital y también en un centro de rehabilitación donde recuperó sus fuerzas luego de batallar con complicaciones por causa del COVID-19.
Unas semanas más tarde, alrededor del Día de Acción de Gracias, él volvió a la Iglesia Cristiana Alpha y Omega en Charlotte y acompañado de un tanque de oxígeno de 12 litros participó en reuniones y se puso al día con los miembros.
En el año 2014 Muñoz plantó Alpha y Omega, después que la iglesia a la que asistía con su familia dejó de celebrar los servicios en español. Él se estaba reuniendo con un pequeño grupo «sin saber lo que Dios nos iba a hacer a nosotros y con nosotros», dijo él.
«¿Por qué no comenzamos una nueva iglesia aquí?» recuerda Muñoz que el grupo preguntaba. Entonces conoció a William Ortega, un estratega plantador de iglesias hispanas para los bautistas de C.N., que lo ayudó a pasar el próximo año preparándose para plantar una iglesia. En agosto de 2014, Alpha y Omega comenzó a reunirse en la Iglesia Bautista Woodlawn en Charlotte.
Este año Alpha y Omega se mudó a un nuevo lugar debido a que el espacio que tenían en Woodlawn no era suficiente para el grupo que asistía allí y, además, necesitaban un lugar especial para el ministerio de los niños. Ahora, en Woodlawn, están comenzando a plantar una segunda iglesia.
«Dejamos que todos se acomodaran y luego volvimos a abrir la vieja iglesia donde estamos comenzando con nuevas personas», dijo Katherine Muñoz, hija de Oscar.
Plantar iglesia no es una novedad para la familia Muñoz. Oscar es de Chile y hace más de 20 años se mudó a Brasil con su joven familia. Allá plantaron una iglesia en São Paulo.
«No entendíamos qué estaba pasando; sucedió a medida que orábamos en nuestra casa», dijo Oscar. «Nos estábamos reuniendo en pequeños grupos, la gente comenzó a venir y tres años más tarde comenzamos la Primera Iglesia Bautista de Jardim Alzira Franco».
Unos años más tarde la familia se mudó a los Estados Unidos.
«Todavía no sabíamos el propósito», dijo Oscar. Ellos vivieron en la ciudad de Nueva York durante ocho años, pero después Carolina del Norte los atrajo luego de asistir a una boda en 2006. Dos años más tarde se mudaron.
«Algo que aprendí es que pasar los problemas y luchas con Jesús es completamente diferente a pasarlos cuando no estamos con Él.» — Oscar Muñoz
Vuelve la esperanza
En febrero de 2021 Oscar se contagió con el COVID-19. El 25 de febrero los médicos le provocaron un estado de coma. Dos meses más tarde abrió los ojos, pero mostraba poca reacción y no sabía quiénes eran las personas. En mayo lo sacaron de la unidad de cuidados intensivos y lo llevaron a otro hospital. En septiembre lo transfirieron a un centro de rehabilitación.
Dijo Oscar: «Estoy muy agradecido porque nuestro Dios escuchó nuestras oraciones. Él fue misericordioso con mi familia, me rescató y me dio vida cuando los médicos no me daban esperanza. Creo que mi vida y mi testimonio sirvieron para hablar sobre Jesús dentro del hospital».
Katherine recuerda un terapeuta respiratorio que la llamó para que fuera a la cama de su padre y le dijo: «Siempre había escuchado sobre los milagros, pero nunca creí en eso porque no lo había visto».
«Durante este año hemos pasado los peores días que hemos vivido», dijo el terapeuta. «Hemos perdido a muchas personas. No hemos tenido resultados positivos, pero tu padre es un milagro y yo lo presencié. Esto nos ha dado esperanza para seguir trabajando».
Oscar comenzó a caminar de nuevo y hace poco comenzó a manejar. El oxígeno que él requiere también comenzó a bajar.
Aunque él está agradecido porque el ministerio en Alpha y Omega nunca se detuvo, Oscar dijo que su ausencia le mostró la importancia de discipular a los líderes y dejarlos desarrollarse en sus funciones. La manera en que los miembros siguieron adelante le dio a los pastores una oportunidad de ver la iglesia desde una perspectiva diferente.
La enfermedad también reveló más sobre el carácter de Dios.
«Algo que aprendí es que pasar los problemas y luchas con Jesús es completamente diferente a pasarlos cuando no estamos con Él», dijo él.
«Las bendiciones han sido magníficas. Dios se ha mostrado a nosotros… Dios mantuvo mi trabajo. Nunca faltó la comida en la mesa de nuestro hogar. Él nos dio todo lo que necesitábamos y más».
Él aprecia sinceramente ver crecer a sus nietos y haber estado presente en la boda de su hija en noviembre.
En marzo, Oscar bautizó a ocho personas en Alpha y Omega. Y una vez que aumenten los miembros de la segunda iglesia que se reúnen en Woodlawn, él espera plantar una tercera iglesia.